Los escépticos basaban su filosofía en la práctica de la epogé (suspensión del juicio). Estar atento a lo que pasa pero no pronunciarse sobre la realidad. Los escépticos solo aspiraban al silencio para no tener que separarse de las cosas que pasan. El escéptico mira con atención, considera los hechos y calla. No emite juicios. A un tal Pirrón de Elis, escéptico, ante una tormenta en el océano, le preguntaron ¿qué hacemos? Él dijo: no hagáis nada. Los que intentaron salvarse murieron y los que le hicieron caso se salvaron. Pirrón se dio cuenta de que era difícil entender la realidad y practicaba la epogé a todas horas, sin implicarse en nada. Un día, iba directo al precipicio y se comportaba como si el precipicio no fuera real. Fueron los que le seguían de cerca los que le salvaron de despeñarse. Se comportaba como un loco.
Merlinadas
-"Le has dicho a tu manera lo que sientes. Eso es lo que cuenta".
-"A ti te gusta que tu hijo te tenga miedo".
Música:
La libertad: de la ópera Rinaldo, aria Lasquia quio pianga de G.F.Haendel.
Preludio en mi menor op. 28 nº 4 de Chopin.
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