San Agustín o amar desinteresadamente. Capítulo 12 Temporada 3.

San Agustín (354-430) decía: “si nadie me pregunta qué es el tiempo, lo sé muy bien, pero, si me lo preguntan e intento explicarlo, no sé qué decir”. Tras reflexionar, llegó a la conclusión de que el presente es un punto sin extensión entre dos nadas: el pasado que ya no existe y el futuro que aún no existe. El presente fluye, se nos escapa continuamente hacia el pasado, sin que podamos percibirlo. El tiempo no existe, es una especie de callejón sin salida. Es una aporía (paradoja o dificultad lógica insuperable) la paradoja del tiempo.

Por tanto, según San Agustín, de la misma forma que estamos expuestos al flujo irreversible del tiempo, no podemos disfrutar para siempre de la posesión de ningún bien. En cuanto nos sentimos satisfechos por poseer algo tenemos inmediatamente el miedo a su pérdida. Por lo tanto, el mundo, por sí solo no puede dar nunca la verdadera felicidad. Es muy difícil ser feliz, porque la felicidad consistirá en tener y conservar lo que deseamos, pero también en no tener miedo a perderlo. San Agustín dice que disfrutamos realmente de alguien cuando le queremos por sí mismo. El amor de verdad no espera nada a cambio. El amor puro consiste en amar desinteresadamente. Eso quiere decir que si queremos a una persona no le podemos exigir a su vez que nos quiera. No podemos ponerle condiciones. Incluso tenemos que estar dispuestos a perderla.

Merlinadas

Merlí: -“La lechuza es un ave solitaria que ve en la oscuridad. Como los filósofos, que vemos cosas que los demás no ven”.

Merlí a Silvana: -“El día que en tu trabajo te importen más los alumnos que tú misma, serás una profesora cojonuda”.

Merlí: -“No se puede tener 60 años y un ego como el mío. (Sobre los celos de Merlí a Silvana)”.