Sócrates fue condenado a muerte acusado de corromper a los jóvenes, y de poner en duda la existencia de los dioses, cuando él lo único que hacía era cuestionar las ideas que le querían inculcar. Hace más de dosmil años que el poder nos dice lo que tenemos que hacer y pensar. Nos quieren sumisos y silenciosos.
Sócrates pudo retirar sus palabras para evitar la condena a muerte. Y no lo hizo. L o llevó hasta sus últimas consecuencias. Se bebió un vaso de cicuta (veneno). Así pasó a la historia.
Sócrates fue maestro de Platón. Se opuso a la ignorancia popular y a los que se consideraban sabios a sí mismos. En cambio, Sócrates no se consideraba un sabio. Era un hombre que lo ponía todo en duda.
Sócrates decía: "sólo sé que no sé nada". Pero al menos sé algo, podíamos decir.
El sistema que utilizaba Sócrates para decir que la gente no sabía nada era la mayéutica. Un diálogo del maestro con el alumno para, a través de preguntas, enseñarle nuevos conocimientos.
Merlinadas
Merlí aconseja a sus alumnos: "no os dejéis llevar por el adoctrinamiento. No dejéis que nadie os imponga su manera de pensar. Hay que pensar por uno mismo, como Sócrates".
-"A los reyes, si los hemos puesto, también los podemos quitar".
-"Los políticos cobran el triple que cualquier persona. Con la televisión, cuanto más imbécil eres, más famoso te haces. Pero si tienes dos carreras, tienes que irte al extranjero".
-"¿Qué importa lo que os inculquen vuestros padres? ¿Estáis de acuerdo con los valores que habéis recibido en casa? Sois libres de dejarlos".
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